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CREEMOS EN 

 ¿QUIÉN ES JESÚS?


Creemos que la Clave del Entendimiento Bíblico se encuentra en Cristo Jesús. Él es el misterio revelado más importante de todos, y especialmente del Plan Divino del Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Él es la profecía de principio a fin, desde Génesis hasta Apocalipsis. Jesús (Yeshúa) es el Cristo, el Mesías de Israel y de las Naciones de la Tierra, él es el Hijo del Dios Altísimo. Mateo 16:16; Juan 1:3; Hebreos 1:1-4.

Creemos en la Deidad de nuestro Señor Jesucristo y en su real encarnación mediante la concepción virginal de María por obra del Espíritu Santo. Jesús de Nazaret, murió y resucitó corporalmente luego de estar entre las profundidades de la tierra por tres noches y tres días (Lucas 11:29). Él ascendió físicamente al cielo y se sentó a la diestra del Padre,donde funge como Abogado y Único Mediador entre Dios y los hombres. Él retornará por su Pueblo, él regresará bajando entre la nubes para suprimir todo dominio, autoridad y potencia, y pondrá finalmente a sus enemigos por estrado de sus pies, haciendo que toda rodilla y toda lengua confiese que Jesús es el Señor, él vendrá a retomar su poder y establecerá el Reino prometido a los Padres para ser Rey de vivos como de muertos en Jerusalén. Creemos en la obra de nuestro Señor Jesucristo, Su vida sin pecado, Su ejemplo, Su enseñanza y Sus milagros. Creemos que Sus padecimientos, su muerte en la cruz, el derramamiento de Su preciosa sangre, fueron absolutamente necesarios para la salvación de los seres humanos, por lo cual Dios lo ha establecido como único y suficiente medio de redención al alcance de la humanidad. Isaías 7:14; 9:6; 52.13 a 53:1,12; Mateo 1:18, 23; 27:64; 1:21; 26-28; Marcos 15:37; 16:9, 12, 14; Lucas 23:46; 21:27; Juan 1:1; 2:22; 4:2,3; 5:20; Hechos 3.13-15; 4.12; 1:9; 2:32; 1:8; 4:10; 10:42; Romanos 8.34; 9:5; Colosenses 1.15-20; I Timoteo 1.15; 2.5; 3.16; Hebreos 1.3; 7.22-28; 9.28; I Corintios 15.24-25; Apocalipsis 10:1. 

LAS SAGRADAS ESCRITURAS


LA BIBLIA. Las Escrituras del Antiguo y el Nuevo Testamento fueron dadas por la inspiración de Dios, y son el único estándar suficiente, seguro, y autorizado de todo conocimiento, fe y obediencia que salva. Creemos que el canon de las sagradas escrituras está conformado por los idiomas que los estudiosos y eruditos han confirmado, el Antiguo Testamento en los idiomas hebreos y arameos, asi como el Nuevo Testamento en el idioma koiné del Griego.

Las Sagradas Escrituras constituyen la autoridad suprema y final de la doctrina, fe y conducta del pueblo de Dios, son nuestro límite y extensión, y por ellas puede y debe ser juzgada toda enseñanza, revelación, actitud corriente ética o moral. Éxodo 20.1-17; Josué 1.8; Isaías 8.20; Mateo 22.29; Juan 5.39; II Timoteo 3.15-17; II Pedro 1.19-21.

Sin embargo, invitamos a los creyentes a reconocer que la inspiración divina de La Biblia, es inerrante y perfectamente sincronizada, armonizada y profetizada. Los 66 libros canónicos judeocristianos son indubitables. Además, que la misma Palabra de Dios en la Biblia reconoce la existencia de otros libros inspirados que no estan canonizados por no haber sido encontrados en hebreo, como el Libro de Enóc (Judas 1:14, 15), la Asunción de Moisés (Judas 1:9), entre otros.

LIBROS APÓCRIFOS.

Invitamos al creyente que estudia a leerlos, persiguiendo dos objetivos, el prímero por ser libros históricos; y el segundo, por conocimiento general, debemos estar enterados de lo que se enseña a otros. (Filipenses 1:9-11). 

DIOS DE ABRAHAM, ISAAC Y JACOB, DIOS DE ISRAEL

Hay un solo Dios, el Creador, Conservador y Gobernante de todas las cosas, teniendo todo tipo de perfección en Sí Mismo y de Sí Mismo, y siendo infinito en cada uno; y a El toda criatura le debe el nivel más elevado de amor, reverencia y obediencia.

Creemos en el Pacto del Dios de Abraham, Isaac y Jacob, Dios de Israel. Creemos que el Señor Dios (Jehovah o Yahveh), es un sólo Dios eternamente existente en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Él es nuestro creador y sustentador de todas las cosas, tanto visibles como invisibles, mediante Su amor, sabiduría, palabra y poder. A nosotros nos gusta llamarle bajo el concepto de "TRIUNIDAD". Génesis 1.1; Deuteronomio 6.4; Isaías 44.6; Juan 1.1; Mateo 28.19; II Corintios 13.14; I Juan 5.20, Hebreos 1:3, 8, 10.

La importancia de aclarar este tema, esta basado como respuesta al credo islámico y coránico, en el que sostienen que la revelación de la Biblia para los Cristianos y para la Torá a los Judíos se trata de la promesa del Dios de Abraham e Ismael. 

LA TRINIDAD

Aunque bíblicamente no existe el término o el concepto de la trinidad o Tri-Unidad. Nosotros creemos que la palabra está debidamente sustentada por medio de y en muchos escritos bíblicos. Dios se revela a nosotros como Padre, Hijo y Espíritu Santo, cada uno con distintos atributos personales, pero sin división en Su naturaleza, esencia o ser. 

LA IGLESIA


Creemos en la Santa Iglesia Universal integrada por todos aquellos que han sido redimidos por la sangre de Jesucristo y unidos al Cuerpo de Cristo por el Espíritu Santo en todo tiempo y lugar. Ella tiene como Cabeza a Jesucristo mismo. Creemos que esta Iglesia se manifiesta visiblemente en la tierra por medio de congregaciones o Iglesias locales. Creemos que esta unidad espiritual de la Iglesia de Jesucristo debe ser expresada en amor, oración y respeto recíproco, así como en testimonio y servicio conjunto. Mateo 16.13-19; I Corintios 12.13; Efesios 1.22-23; 5.23-27; Colosenses 1.24-29; Juan 17.20-24; Hechos 2.46-47; 9.31; I Corintios 1.2;  Gálatas 1.2.

El Señor Jesús es la Cabeza de la Iglesia, la cual se compone de todos Sus discípulos verdaderos, y en Él está invertido supremamente todo poder para su gobierno. Según Su mandamiento, los cristianos han de formarse en sociedades o iglesias particulares; y a cada una de estas iglesias Él ha dado la autoridad necesaria para administrar el orden, la disciplina y la adoración que Él ha designado. Los oficiales regulares de una iglesia son los Obispos (o Ancianos) y los Diáconos. Congregarnos es vital para la formación del creyente. No es posible que si nuestros hermanos perseguidos buscan congregarse, nosotros los que aún no hemos llegado a este punto, no nos congreguemos.

Cada creyente debe o debería pertenecer a su "Congregación Local". La expresión del Cuerpo de Jesucristo, y deben ser guiadas por los principios enseñados en las Sagradas Escrituras. Deben ser ejemplos en su propia comunidad de la gracia divina; deben ser agentes principales del Señor en la tarea de comunicar el santo evangelio de redención a cada persona y al mundo entero hasta el regreso de Jesús. Creemos que cada congregación en fidelidad a las Sagradas Escrituras, debe buscar toda forma de testimonio, servicio y responsabilidad social en su comunidad. Gálatas 6.10; Romanos 12.13-14, 18, 21; Efesios 2.8-10; Filipenses 1.11; I Pedro 3.8-16; Mateo 28.18-20; Marcos 16.15; Lucas 24 45-49; Juan 20.21; Hechos 1.8. 

EL ESTADO Y LA IGLESIA

Confesamos la separación de la Iglesia y el Estado pues ambos tienen funciones propias y diferentes dadas por Dios. La iglesia respeta los símbolos patrios y a las autoridades civiles y ora por éstas, pero en su fe, gobierno, testimonio y acción, actúa en modo independiente. Tal es el caso de los temas del Homosexualismo, Aborto, y otros, de los cuales nosotros no estamos de acuerdo en su legalidad y acción. En caso de conflicto entre ambos, Ministerios de Enseñanza Bíblica Doctrinal Cristo céntrica ¿Quién es Jesucristo? Será obediente al Señor y a su Santa Palabra, guiados sólo por estas enseñanzas de la Palabra de Dios y por el Espíritu Santo. Aunque creemos que la Iglesia y cualquier institución Para eclesiástica debería estar interesada en los temas políticos, no debería ser Partidistas, ni auspiciar o apoyar algún movimientos político, ya sea de carácter nacional o internacional. A su vez reconoce el derecho que le asiste individualmente al cristiano de tomar parte responsablemente en actividades públicas de bien común como individuo que conforma parte de la Sociedad. Mateo 22.17-21; Juan 19.10-11; Hechos 4.17-20; Romanos 13.1-8; I Timoteo 2.1-2; I Pedro 2.17 

PRE-EXISTENCIA

No creemos que ya existíamos antes de llegar a la Tierra. No existe para nosotros fundamento en este supuesto. Nacemos y existimos desde que estamos en el vientre de nuestra madre. Aunque, si creemos que Dios conoció nuestro embrión desde la eternidad antes de la creación, puesto que él decreta o permite que acontezcan todas las cosas, y sostiene, dirige y gobierna perpetuamente todas las creaturas.

PREDESTINACIÓN

No creemos en tal supuesto. La Biblia nos muestra que existe una predestinación no Personal o Individual pero si una Colectiva. No se trata de quién es salvo o no. Sino que se trata del diseño divino, el hermoso plan de los siglos por el cual la humanidad alcanzaria el don de la salvación; y está claramente prediseñada o predestinada, en el único camino, la verdad y la vida, en Jesús el Cristo, el Hijo de Dios, aceptándolo como Señor y Salvador, y reconociendo que murió y resucitó físicamente luego de tres noches y tres días, ascendió literalmente en cuerpo a los cielos y retornará para ser Señor de Vivos como de Muertos en un Reino Venidero. El misterio de la Piedad, fue revelado en Jesús, es tan sólo Su mera misericordia en Cristo; y por consecuencia de esto son llamados, justificados y glorificados los hombres.

LA CONVERSIÓN, LA REGENERACIÓN, NACER DE NUEVO Y LA SALVACIÓN

Creemos que todas son diferentes, sin embargo, una lleva a la otra. Alguien puede convertirse pero no nacer de nuevo. La regeneración es un cambio de corazón, una obra del Espíritu Santo, quién da vida a los que están muertos en sus transgresiones y pecados, iluminando sus mentes espiritualmente para salvación con el fin de entender la Palabra de Dios, y renovando su naturaleza completa para que amen y practiquen la santidad. Sin embargo, es sólo por medio de un verdadero nacimiento espiritual, que el creyente convertido dejar la vida pasada y obtiene el fruto de la regeneración. La salvación no consiste en sólo decir Si. Juan 17:3 nos revela que se necesita mucho más. Se trata de un claro esfuerzo por conocer a Dios en Jesús de Nazaret, en el cual debe producirse un camino de búsqueda, padecimientos y constancia en estudio, oración, ayuno, congregación, que se procura conocer la doctrina bíblica y llegar a conocer a Dios por medio de él. Por tanto, en el arrepentimiento se obtiene un si quiero ser salvo. Un sí marca el inicio del proceso para obtener la salvación.

LA FE

La fe sólo se encuentra en Cristo Jesús. Quién no afirma que Jesús es el Hijo de Dios, murió y resucitó físicamente luego de tres días y tres noches, y ascendió al cielo físicamente, y que está en la espera de su pronto retornó por su pueblo santo, sin mancha y sin arruga. No tiene la fe. Sólo por medio del Espíritu Santo esta obra permanece en el corazón y nadie puede llamarle Señor sino es por el Espíritu de Dios que acompaña toda la gracia salvadora y lleva a una vida de santidad.

LA JUSTIFICACIÓN

La justificación es la absolución misericordiosa y total de todo pecado por Dios de pecadores que creen en Cristo mediante el sacrificio satisfactorio que hizo Cristo en la Cruz. No es dado por algo merecido ni hecho por ellos, sino por causa de la obediencia y satisfacción de Cristo; ellos reciben y reposan en Él y Su justicia por fe. La victoria obtenida sobre el pecado es que el creyente discípulo en Jesús no peca por que lo desea. No es el pecado quien domina su ser sino que es producto bajo la debilidad y la maldición que existe. Por eso dijo Pablo como testimonio de una verdadera justificación, finalmente término en lo que no quiero hacer. Por eso está escrito que el creyente verdadero no peca.

LA SANTIFICACIÓN

Aquellos que han sido regenerados por el nuevo nacimiento también son santificados por medio de la Palabra y el Espíritu de Dios morando en ellos. Esta santificación es progresiva a través del suministro de fortaleza Divina, la cual todo santo busca obtener, buscando una vida celestial en obediencia cordial [es decir, dispuesta] a todos los mandamientos de Cristo.

LA PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS

Los que Dios ha aceptado en el Amado, y santificado por Su Espíritu, jamás caerán totalmente, ni rechazarán al final de cuentas, su estado de gracia, sino que ciertamente perseverarán hasta el final; y aunque pueden llegar a caer en el pecado por negligencia y tentación, constristando al Espíritu, impidiendo sus gracias y consuelos, trayendo reproche a la Iglesia y juicios temporales sobre ellos mismos, serán renovados nuevamente para el arrepentimiento y serán conservados por el poder de Dios mediante la fe que da salvación. 

EL BAUTISMO EN AGUAS

El bautismo es una ordenanza del Señor Jesús, obligatoria para todo creyente, donde es sumergido en agua en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, como una señal de su comunión con la muerte y la resurrección de Cristo, el perdón de los pecados y de su entrega a Dios, para vivir y andar en vida nueva.

El bautismo en agua, subsiguiente a la conversión de la persona a Jesucristo, privilegio y deber de cada creyente, expresión de su fe y símbolo de haber muerto al pecado y resucitado para una nueva vida en Jesucristo (Hechos 10,47-48; Mateo 28.18-20; Marcos 16.15-16; Hechos. 2.37-38) 

EL BAUTISMO EN ESPÍRITU SANTO Y FUEGO

Creemos que los creyentes nacidos de nuevo, gracias a la regeneración han obtenido al Espíritu Santo aunque no hablen en lenguas. Sin embargo, la evidencia de las lenguas, asi como de los dones espirituales es fruto que existe un bautismo en Espíritu Santo. Asimismo, creemos que este bautismo del Espíritu Santo puede conllevar a algunos al FUEGO, una poderosa obra purificadora y humillante de padecimientos que forman el corazón de un Amigo de Dios. 

LA PERSECUCIÓN

Creemos que se trata de una herramienta de Dios que ejecuta en la Iglesia para la expansión de un verdadero evangelismo. Cuyo fin, podemos verlo en la Biblia, es acabar, limpiar y eliminar a los falsos maestros, apostasías y herejías, afinar al verdadero Pueblo de Dios que proclame su mensaje santo. Creemos que tarde o temprano, todos, en cualquier parte del mundo padeceremos por la cuasa de Cristo en la persecución.

LA CENA DEL SEÑOR

La Cena del Señor es una ordenanza de Jesucristo que ha de administrarse con pan sin levadura y vino, la cual han de celebrar Sus iglesias hasta su retorno. Sin embargo, la Santa Cena debe realizarse una vez al año. Esto podemos aprenderlo en la Fiesta de Pascua o Pesaj misma que celebró el Señor en su última cena. No se trata de prácticar el judaísmo o judaizarse, claro que no, sino de hacer lo que enmarca el contexto bíblico de como deberiamos hacer la cena del Señor. Tampoco, se trata de un sacrificio animal, sino que fue designado para conmemorar Su muerte en él, pues él es el Cordero de Dios, que confirmó la fe de los creyentes y para ser un vínculo, un compromiso y una renovación de su comunión con Él, y de su comunión con Su Pueblo. En la Cena del Señor, el pan sin levadura y el vino, son símbolos de Su cuerpo entregado por nosotros, y de Su sangre derramada para la remisión de nuestros pecados, participando de los elementos en memoria de El y como anuncio constante de Su regreso. (I Corintios 11.23-26; Mateo 26.26-29; Marcos 14.22-25; Lucas 22.14-20). 

LA RESURRECCIÓN

Los cuerpos de los hombres se convierten en polvo después de la muerte, pero sus espíritus regresan inmediatamente a Dios – los justos descansan con Él; los impíos serán guardados bajo oscuridad para el juicio. En el día final, los cuerpos de todos los muertos, tanto de justos como de injustos, serán resucitados.

EL JUICIO

Dios ha designado un día en el cual Él juzgará al mundo por medio de Jesucristo, cuando le dará a cada persona según sus obras: los perversos entrarán en el castigo eterno y los justos, en la vida eterna.

Creemos que Dios llamará a juicio final a toda persona. Creemos en la resurrección corporal de los salvos como de los perdidos, los primeros para vida eterna y los últimos para condenación eterna. Salmos 9.7; 96.13; Eclesiastés 3.17; 11.9; 12.13-14; Hebreos 9.27; Hechos 17.31; Juan 5.28, 29; I Tesalonicenses 4.13-18; Apocalipsis 20.11?15; I Corintios 15.1-56. 

El PECADO

Creemos que por la desobediencia de la primera pareja de seres humanos, Adán y Eva, nuestros primeros padres, el pecado entró a toda la humanidad y por ello toda persona está espiritualmente muerta, bajo el poder del pecado. Es incapaz de salvarse a sí misma y está expuesta a la condenación eterna. Creemos que sólo puede ser salvada por la gracia de Dios mediante el conocimiento del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, del arrepentimiento de sus pecados y de poner su fe en la obra expiatoria de nuestro Señor Jesucristo en la cruz del Calvario, lo que le permite a la persona experimentar el nuevo nacimiento por el poder del Espíritu Santo para una vida transformada y para obedecer la voluntad divina. Génesis 3.1-24; Salmos 14.1; 51.5; Romanos 1.18-32; 3.9-26; Efesios 2.8-9; Hechos 16.31; 20.21; Juan 1.12; Hebreos 8.6-13; 10.10-23; II Corintios 5.17; Romanos 12.1-2.

EL ADVERSARIO 

Creemos en la existencia del reino de las tinieblas, Satanás, el pecado y los poderes malignos, que se aprovechan de la debilidad de la carne asimismo su maldición, pero afirmamos que hay un sólo Dios que tiene el poder supremo y autoridad; y que en Cristo aquellos poderes han sido derrotados. En su Nombre toda potestad fue vencida en la cruz del calvario, porque mayor es el que está con nosotros, que el que está en el mundo. Mateo 4:1-11; 12:43-45; 28:18; Filipenses 2:9-11, Colosenses. 2:15, I Juan 4:4. Sin embargo, reconocemos que el peor enemigo que tenemos "somos nosotros mismos", tal y como le dijo el Apóstol Pablo a Timoteo: "cuidate de ti mismo".

APÓSTOLES, PROFETAS, EVANGELISTAS, PASTORES, MAESTROS

Los ministerios siempre han existido y nunca han desaparecido. Hoy siguen vigentes los Apóstoles, los Profetas, Los Evangelistas, Los Pastores y Los Maestros... Aunque no negamos el daño que hemos recibido por el actual Movimiento Apostólico y Profético. Creemos en los diferentes Dones del Señor Dios en la deidad del Espíritu Santo, Profecía, Ciencia, Sabiduría, asi como todos los que registran las Sagradas Escrituras. el Consolador y Mensajero, Vicario de nuestro Señor Jesucristo, en Su obra regeneradora, iluminadora, santificadora y dadora de los Dones Espirituales, para capacitar al creyente en Jesucristo para servir a Dios, a la Iglesia y al prójimo. Juan 15.26; 16.7-8, 13; 20.22; Lucas 3:16; 24.49; Hechos 1.8; 2.1-4; Romanos 8.9; I Corintios 12.1-11; 14.1-31; Ezequiel 36.26-27; I Corintios. 6.19; Gálatas. 5.22-23.

ARREBATAMIENTO

Creemos en el regreso corporal y visible de nuestro Señor Jesucristo con poder y gran gloria, cuando arrebatará a su iglesia, con todos los poderes que como Señor le corresponden, e iniciará la manifestación plena de Su reino. Aunque El ha dado señales de su proximidad, el día y la hora nadie lo sabe, sólo Su Padre Celestial. Será una venida inconfundible pues todo ojo le verá. Esta segunda aparición de nuestro Señor es la esperanza suprema del pueblo de Dios. Mateo 24.29?44; Daniel 2.31?35, 44?45; 7.13?14; Hechos 1.9?11; I Corintios 15.23?28, I Tesalonicenses 4.13?18; Hebreos 9.27?28; Apocalipsis 1.7; 22.12, 20. 

ISRAEL y JERUSALÉN

Creemos que no existe ninguna suplantación o sustitución del Pueblo de Israel por la Iglesia, esto se trata de un serio error con un claro ambiente antisemita. El Señor Dios Todopoderoso tiene promesas tremendas que cumplir con Israel; y con la Iglesia juntamente. De ambos pueblos hizo uno por medio de su obra maravillosa en Cristo Jesús. Todos anhelamos que el Señor haga su entrada triunfal a Jerusalén para implementar el Reino Prometido a los Padres de los Judíos, y su cumplimiento hermoso de restaurar Israel. Salmos 82, nos anuncia un claro deber, interceder por Jerusalén, el lugar de su Casa, Su Templo, el lugar que escogió El para sí. Bendigamos a Israel y a todos los pueblos de la tierra. No somos pro-Israelíes, menos que seamos sionistas, ni judaizantes ni invitamos a vivir un cripto judaísmo. Creemos que es importante comprender el fondo hebreo exegético del Nuevo Testamento y el Antiguo Testamento para comprender las palabras de nuestro Señor Jesús en su tiempo. Asimismo, teniendo el debido cuidado de no confundir o traspasar la línea doctrinal con lo místico o rabínico.

© 2023 ICJEESYS | creado con wix | editado por: Nelson Valentin Palomino

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